Eficaz y eficiente: su significado
Las palabras eficaz y eficiente son un buen ejemplo de lo que sucede a menudo en nuestro idioma. La Lengua Española es tremendamente rica y llena de matices aunque a veces, en la lengua coloquial, los dejemos a un lado y utilicemos como sinónimos palabras que no lo son. No obstante es muy importante conocer los significados reales de las palabras y lo que encierra cada una de ellas, pues en muchas ocasiones vamos a encontrarlas en un determinado contexto en el que sus sutiles o no tan sutiles diferencias sean muy importantes para conocer su significado.
Eficaz y eficiente no son lo mismo y debemos de conocer sin errores sus semejanzas y diferencias. Comencemos con su definición según la Real Academia de la Lengua Española.
Eficaz: En su primer significado del diccionario vemos que eficaz quiere decir «Que logra hacer efectivo un intento o propósito». Es decir, si el objetivo de un estudiante es conseguir acceder a un curso superior, un estudiante que logra aprobar todos sus exámenes ha superado el curso de un modo eficaz.
Eficiente: Nuevamente el diccionario nos informa de que eficiente es «Que consigue un propósito empleando los medios idóneos». Volvamos al estudiante del ejemplo anterior. Para que según la definición del diccionario el estudiante hubiera sido eficiente en la consecución de su objetivo de aprobar el curso bastaba con superar sus exámenes. Pero podría haberlo hecho tras repetir curso. Si lo consigue a la primera, entonces además de eficaz podremos decir que ha sido eficiente, ya que lo ha hecho en el menor plazo posible, o sea, de la forma más idónea sacando el máximo partido a los recursos que tiene a su disposición.
En algunos países de habla hispana la diferencia entre estas dos palabras puede tener matices diferentes que según algunos lingüistas serían mucho más exactos para los tiempos que corren y deberían de ser tenidos en cuenta por la Real Academia. Eficaz y eficiente querrían decir lo mismo que hemos visto, pero en el caso de la eficiencia esta palabra se emplearía para máquinas o equipos informáticos y no para personas, para las cuales sería más correcto el uso de la palabra efectivo. La efectividad sería pues la forma de denominar a la eficiencia cuándo hablamos de personas.
Debemos de tener esto muy en cuenta pues esta forma de utilizar las palabras eficaz, eficiente y efectivo, la vamos a encontrar a menudo en muchos textos, aunque la Real Academia todavía no ha aceptado este matiz como oficialmente válido. Por este motivo, en este artículo nos vamos a ceñir a las normas oficiales y utilizar eficiente también para las personas aunque es interesante conocer esta postura que podría ser aceptada en próximas reformas del diccionario.
Eficaz y eficiente: su importancia en el mundo actual
Vivimos en un mundo altamente competitivo. Desde pequeños nos educan para que deseemos ser los mejores, incluso cuándo un niño juega a menudo quiere ganar y celebra ser el primero entristeciéndose si es superado. Nos inculcan la necesidad de que superemos a nuestros competidores ya en las escuelas. Tan solo si se sacan los primeros puestos se puede acceder a determinados estudios y tener buenas calificaciones es requisito para acceder a muchas ayudas y cursos.
Cuándo ya adultos accedemos al mercado laboral la competencia es feroz. Mucha gente está bien preparada y puede desarrollar eficazmente las tareas que corresponden a un puesto de trabajo, pero son muchos menos los que logran hacer de una forma eficiente. Conseguir los mejores niveles de eficiencia marcará la diferencia entre nosotros y el resto y será lo que nos ayude a promocionarnos y llegar a lo más alto de nuestra profesión.
Debemos de demostrar que somos capaces de sacar el mejor partido a las herramientas y a las personas que tenemos a nuestro cargo si queremos destacar entre el resto y ser considerados para ocupar mejores puestos y alcanzar nuestras metas.
¿Cómo se logra ser eficaz y eficiente?
Para ser eficiente es necesario desarrollar una serie de hábitos y de características de la personalidad. Esto no se consigue en una semana ni un mes, sino que es fruto de un trabajo continuo a lo largo de toda la vida. Un estudiante debe de poner especial atención a estos hábitos y cualidades y buscar las mejores formas de trabajarlos para convertirse ante todo en un ser humano mejor, pero también en un estudiante más eficiente y, en el futuro, en un gran profesional y un buen pilar de la sociedad.
Marcarse metas en la vida: Toda persona debe de marcarse unos objetivos que desea cumplir. No solo a nivel profesional, sino también persona. Algunas de las cosas a realizar para conseguir esto serían elaborar una lista con los valores a los que no solo no se está dispuesto a renunciar, sino que se desea que marquen su vida; fijarse misiones y metas elevadas pero realistas; convertirse en su propio líder y potenciar sus cualidades como tal. Esto hará que la ambición no nos posea en sus vertientes más negativas, pues tendremos valores a los que agarrarnos que conseguirán que no todo valga para nosotros.
Ser proactivo: Una persona proactiva no espera a que las cosas vengan dadas, las busca y las provoca. Es decir, es una persona creativa, con iniciativa y que siempre busca soluciones a los problemas. Pero también es una persona capaz de reconocer sus fallos ya que ese es el primer paso para aprender de ellos.
Ser asertivo: Una persona asertiva es capaz de defender sus opiniones y sus puntos de vista de un modo firme, pero sin ser agresivo a la hora de hacerlo. Una persona asertiva demuestra una gran autoconfianza y un buen control de las emociones. Aprender a decir que no es un paso muy importante para que una persona pueda desarrollarse por completo, expresar las negativas de forma asertiva es dar un paso más allá en este aspecto del crecimiento personal.
Ser empático: La empatía es la cualidad de ponerse en el lugar del otro y entender su forma de pensar y sentir aun cuándo no se comparta. Ser asertivo y poseer empatía son cualidades que forman parte de nuestra capacidad de sinergia, es decir, de trabajar en equipo. Pero no tan solo para ello, sino que también son imprescindibles para tratar de la mejor manera con nuestros superiores, conseguir el respeto de las personas que trabajan bajo nuestro mando y negociar con posibles clientes.
Progresar en la mejora personal: Nunca se es la mejor persona, cada cierto tiempo es muy positivo hacer un balance. En este balance debemos de recordar cuales son nuestras metas, evaluar lo que hemos conseguido y los errores que hemos estado cometiendo. A partir de ahí debemos de pensar las mejores formas de corregir esos fallos y de no repetirlo. Cuándo alcanzamos alguna meta en la vida en el terreno del crecimiento personal, debemos de disfrutarla, pero es bueno seguir mejorando durante toda nuestra vida.
Ejemplos de eficacia y de eficiencia
Si el objetivo es conseguir realizar 20 informes de modo correcto cada semana, un trabajador que lo haya conseguido al acabar el último día laborable de la misma habrá sido eficaz. Otro que haya logrado realizar por ejemplo 25, habrá sido eficiente.
Si ambos han logrado realizar 20 informes pero uno de ellos los ha elaborado de una manera más completa y además ha incluido (por ejemplo, pues dependería el tipo de informes) esquemas, diagramas y gráficas de datos a mayores, este trabajador habrá sido más eficiente aunque ambos fueran eficaces.
http://www.wikilengua.org/eficaz
http://es.wikipedia.org/wiki/Eficiencia
http://www.gerencie.com/diferencias-entre-eficiencia-y-eficacia.html